Partido típico el de esta noche en tierras catalanas. Un Arsenal que salió a defender desde el pitido inicial y un Barcelona que jugó a lo suyo, jugó su fútbol, puso sus armas letales sobre el campo y, al final, con cierto apuro solventó una eliminatoria más ajustada de lo esperado.
La primera mitad fluyó como era de esperar. Un Barcelona que quería el balón, que controlaba el medio campo y que utilizaba la banda habitada por Dani Alves para llevar a cabo sus principales emboscadas. Sin embargo, la primera ocasión clara del encuentro llegaría por el carril izquierdo. Villa prologaría un balón perfecto en el área para la llegada desde atrás de Adriano que enviaría el esférico al poste defendido por el meta español Manuel Almunia, que entró sustituyendo minutos antes al polaco Szczesny. Era la llegada más peligrosa de todo el encuentro y el Barça avisaba, si ya no lo había hecho con anterioridad gracias al gran control del esférico en el medio campo y gracias a un gran Mascherano, multiplicado en sus labores.
Cuando parecía que el primer tiempo iba a morir con el resultado gafas, que seguía dejando al equipo catalán en la cuneta, apareció el de siempre. Leo Messi agarraría un balón en el área y tras sortear a Almunia con un regate al alcance de muy pocos, pondría el 1-0 en el marcador y la tranquilidad en las gradas del estadio barcelonista. Así se llegaba al descanso.
Era de esperar que el segundo episodio de este partido sólo sirviera para aumentar la distancia en el marcador por parte del equipo de Guardiola. Sin embargo, pronto aparecieron los viejos fantasmas europeos que residen en el Camp Nou. Un corner botado por los gunners sería envíado a la red por el improvisado central de esta noche. Busquets con un mal despeje alojaría el esférico en las mallas de la meta defendida por Víctor Valdés. Era el 1-1. El Barcelona volvía a alejarse de los cuartos de final y el Arsenal se encontraba con un premio sin casi buscarlo.
Pero el Barça ha aprendido en los últimos años a no ponerse nervioso en los momentos que requieren máxima concentración y una vez más acudió a su cita con la gloria. En sólo tres minutos pondría la eliminatoria de nuevo de cara con la consecución de dos goles. El primero tras una jugada colectiva que el gran capitán esta noche, Xavi Hernández, se encargaría de envíar a la red. Y el segundo, tras un claro penalti cometido sobre Pedro, que Messi convertiría sin mayores complicaciones. Quizá esta remontada quede marcada por la anterior expulsión rigurosa de Van Persie, que dejaba a su equipo con 10 y que facilitó la labor blaugrana.
Todo parecía resuelto en la ciudad condal. El Barça dominaba y el Arsenal parecía entregado. Pero como ya sabemos, la confianza no es a veces una buena amiga. Un error defensivo de la zaga barcelonista propiciaría una jugada óptima para que el Barcelona volviera a sucumbir en la máxima competición europea. El joven Wilshere enviaría un balón perfecto para Bendtner que solo debía finalizar la jugada. Pero sin esperarlo, sin que nadie diera crédito, aparecería de forma milagrosa 'el jefecito' Mascherano para evitar el segundo gol de los londinenses. Así acabaría el encuentro, el Barça pasa a cuartos y el Arsenal se olvida de su segundo título de la temporada en sóo dos semanas.
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