
Tres son los empates consecutivos que acumula el Málaga en las últimas tres jornadas. El último de ellos se ha producido hoy en el Madrigal y, como ocurrió ante el Getafe, el equipo malaguista puede darse con un canto en los dientes.
Con Portillo y Seba en el once titular, relegando a Maresca y Fernando al banquillo, Pellegrini planteó un partido algo más ofensivo que los anteriores, confiando en la velocidad y el descaro de estos dos jugones, quienes hoy no rayaron a la misma altura que en la segunda parte contra el Getafe. Por otra parte, la vuelta del tan añorado Apoño presagiaba un mayor control en el centro del campo pero no fue así, el Villarreal dominó de principio a fin una primera parte para olvidar. Sólo el debut de un buen Willy Caballero, que salvó un par de ocasiones, fue digno de referencia. Aun así, nada pudo hacer para detener el gol de Marco Ruben, tras una asistencia de Rossi que tocó ligeramente el guardameta argentino. De nuevo al descanso perdiendo, de nuevo la misma historia de siempre. Tocaba remontar.
Y para ello, el Ingeniero dispusó del único delantero que había en el banquillo, el jóven subido a los altares en aquel lejano 3-5 de Zaragoza, Juanmi, que relevó a un discreto Camacho. Tampoco fue el día del coíno , a decir verdad, no fue el día de nadie. El equipo volvió a mostrar el nerviosismo que acostumbra y sólo un contragolpe en el minuto 82 en el que volvieron a conectar, como hace una semana, Rondón y Papelito, esta vez el venezolano asitió y el charrúa la empujó, bastó para empatarle el partido a un Villarreal que a punto estuvo de sentenciar minutos antes con una doble ocasión del artista Cazorla, quien primero lanzó una magistral falta al larguero y luego encontró una felina mano de Willy en el uno contra uno. Aunque parecía posible la proeza, el partido no dio para más. Un partido para olvidar en el que se ha sacado un punto gracias al exceso de confianza del rival, un punto que podría valer su peso en oro si se consigue vencer al Almería el lunes.
Un partido, éste sí, que es una finalísima por la permanencia. Todavía hay tiempo, quedan muchos puntos en juego, pero si se pierde el tren de Almería, puede que el pozo en el que el "jequemálaga" está inmerso tomé una profundidad imposible de superar...
Y para ello, el Ingeniero dispusó del único delantero que había en el banquillo, el jóven subido a los altares en aquel lejano 3-5 de Zaragoza, Juanmi, que relevó a un discreto Camacho. Tampoco fue el día del coíno , a decir verdad, no fue el día de nadie. El equipo volvió a mostrar el nerviosismo que acostumbra y sólo un contragolpe en el minuto 82 en el que volvieron a conectar, como hace una semana, Rondón y Papelito, esta vez el venezolano asitió y el charrúa la empujó, bastó para empatarle el partido a un Villarreal que a punto estuvo de sentenciar minutos antes con una doble ocasión del artista Cazorla, quien primero lanzó una magistral falta al larguero y luego encontró una felina mano de Willy en el uno contra uno. Aunque parecía posible la proeza, el partido no dio para más. Un partido para olvidar en el que se ha sacado un punto gracias al exceso de confianza del rival, un punto que podría valer su peso en oro si se consigue vencer al Almería el lunes.
Un partido, éste sí, que es una finalísima por la permanencia. Todavía hay tiempo, quedan muchos puntos en juego, pero si se pierde el tren de Almería, puede que el pozo en el que el "jequemálaga" está inmerso tomé una profundidad imposible de superar...
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Buenísima la crónica =) puntito a puntito espero que nos podamos mantener en primera!!
ResponderEliminarpuntito a puntito es imposible... esperemos que lleguen las deseadas victorias
ResponderEliminarEl lunes es el día, tenemos que llevarnos los 3 puntos sí o sí porque con tanto empate no se sale de ahí...
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