
Todos estos alicientes presenta el partido de hoy, un partido en el que debe reinar la cordialidad entre dos aficiones de ciudades hermanas, hijas de la misma tierra. Una tierra que hoy cumple su 31 aniversario. Felicidades Andalucía.
Así es. En toda su historia, el Real Madrid no había sido capaz de traspasar la línea de gol de las porterías del estadio de Gerland. Hasta anoche. Y tuvo que ser él, ¿Quién y qué mejor ocasión para hacer un gol así? Corría el minuto 64 de partido, cuando a Mou se le pasó por la cabeza el cambio de Manolito Adebayor para dar entrada al campo, a su campo, a Karim Benzema. Tan sólo le hicieron falta 46 segundos al francés para clavar una daga en el corazón lyonés y herir a los suyos. Un gol de bella factura, mezcla de calidad y algo de suerte, que Karim decidió respetuosamente no celebrar, aunque todos sus compañeros corrieron a abrazarle.
El partido se desarrolló con mucha intensidad y con claros tintes blancos, al menos hasta los 10 últimos minutos, en los cuales los lyoneses se atropellaron y embistieron al Madrid, hiriéndole a 7 minutos del final, un hombre con el nombre tan raro como sus cualidades futbolísticas, Bafetimbi Gomis se encontró un balón y tenía toda una portería para empujarla a la red, esta vez no podía volver a fallar, como en incontables ocasiones anteriores. Este hombre puso la nota amarga al partido que tan feliz se desarrollaba para los blancos, los cuales se habían estrellado dos veces contra la madera y habían tenido alguna que otra ocasión ante la fortaleza lyonesa. Michel Bastos, el más impetuoso de los bleus, vio una tarjeta amarilla que le impedirá acudir a la cita de vuelta, un duro mazazo para su equipo, ya que gran parte del poder ofensivo viene por su banda. A destacar del Madrid las ganas de Cristiano Ronaldo (y sus tomahawks siempre peligrosos) y la rigidez del centro del campo blanco que sostuvo todo el partido. El equipo bleu, muy correoso y rígido durante todo el partido y el Madrid, al tic-tac, nos regalaron un partido que fue el más visto de la temporada, y cuya presencia en los telediarios de hoy se equiparará a Gadafi.
Por tanto, el Bernabéu dictará sentencia. El 1-1 es favorable al Madrid, pero los blancos no deberían fiarse de este engañoso resultado, aunque no podemos negar que es positivo. Chamartín deberá ser una olla a presión, deberá ser un jugador más para aportar la fuerza que puedan necesitar en la batalla. El feudo blanco estallará el 16 de marzo y los blancos tienen que poner todo su empeño para así conseguir romper definitivamente la maldición de cuartos y poner un peldaño más en la escalera que asciende hacia Wembley.
Mientras Valdés y Puyol estaban en la grada, Bussy de central y Toquero y Muniain en el banco, comenzó el encuentro. Nada nuevo. El conjunto catalán movía la bola de un sitio a otro como de costumbre. Los vascos no salieron enchufados y eso le costó que en el minuto 4 David Villa hiciera el 1-0 tras una buena triangulación precedida por Xavi y Dani Alves. Jugada muy discutida por los leones a consecuencia de que el brasileño Alves arranca en posible fuera de juego. Acto seguido, el Athletic pareció despertar del batacazo recibido y Susaeta tuvo una muy buena oportunidad a pase de Fernando Llorente que volvió a demostrar como un "bicho" de 1’95m sabe hacerlo bonito y jugar con deleite con los pies. Pregúntenle a la cintura de Piqué.
Con los blaugranas avasallando y los rojiblancos sin parar de morder, estábamos viviendo otro duelo vibrante de los que habitualmente nos brindan estos dos equipos. Ojalá todos los partidos tuvieran ésta intensidad. En una jugada perdida se pidió penalti a Messi por empujón de Gurpegui, pero “empujoncitos” de estos se ven en todos los campos. Seguían y seguían los acercamientos por parte de Xavi y sus tripulantes pero una muralla bien formada y un Gorka muy concentrado evitaron que el balón entrara en la portería. El larguero se unió a la fiesta y ayudó a los vascos a repeler el balón que el “Guaje”, con gran sutileza, picó por encima de Iraizoz. Destacar una ocasión de cabeza del Rey León que Pinto despejó magistralmente a córner. Con esto se llegó al final de la primera mitad: un Athletic fundido por su desgaste y esfuerzo, que exigía reponerse las pilas, y unos reyes del tiki taka que necesitaban refrescarse la mente y más aún la pulguita, Messi, que no apareció en todo el primer tiempo.
Con la entrada de Toquero por Iturraspe empezó a rodar el balón de nuevo en el Camp Nou. No sabemos qué le dijo ni qué les dio Caparrós a sus jugadores pero tal era la presión que ejercían sobre el Barça que incluso le empezaban “a pitar los oídos” a los jugadores barcelonistas. Toquero, "el incansable", dejándose la piel en la alfombra verde, como viene siendo habitual, provocó nerviosismo en las botas de Abidal efectuando un mal pase a Busquets que llegó tarde e impactó con el pie de Llorente. Penalti claro. El encargado de ejecutarlo fue Andoni Iraola, jugador pretendido por el Barça entre otros, con gran maestría. A partir de aquí el cansancio se hacía visible en el rostro de los chicarrones del Norte y a esto se unió las apariciones espectaculares de sweet Iniesta y un tal Messías, despertando este último de una vez por todas y dejando claro el papel principal que tiene en este equipo. "Tanto va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo". Y calco del gol anterior. Apertura de “el arquitecto” a banda derecha para “Moto GP” y esta vez D10S se encargaba de empujarla. De aquí al final se pudo abrir una brecha mayor en el marcador pero, como bien dijimos antes, era el día de Gorza Iraizoz.
Con esta nueva victoria el Barça sigue con un margen de error de cinco puntos sobre el Real Madrid, mientras que el Athletic sigue en la quinta posición y pensando ya en el siguiente encuentro frente al Valencia, duelo directo por la zona europea.
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Mucho hubiera sido ya. Tampoco un milagro hacía falta. Era el momento de lograr lo que no se conseguía desde hace mucho tiempo. Quizás la presión o tal vez el cansancio serían consecuencias de lo que iba a ocurrir. Lo cierto también, es que una derrota menos aún iba a cambiar la posición que ocupa el Athletic Club en la tabla clasificatoria.
Los leones muy atascados en el centro del campo y sin suerte de cara a puerta se vieron incapaces de lograr, al menos, unas tablas en el partido que podría catalogarse como “el encuentro de N’Sue”. La cuestión es que este chaval de sólo 21 años, una de las estrellas de nuestra gran selección sub-21, fue capaz de desconcertar a un equipo entero haciéndolo bailar a su “son”.
El encuentro, muy loco desde el principio, no mostraba un rumbo propio. De entre algunas ocasiones sueltas por parte de ambos la más importante fue el mano a mano que falló el Chori apenas rozados los cinco minutos de encuentro. Lo que es el fútbol. Córner que David López ejecuta, remate del Rey León y cuyo balón saca de la línea un defensor mallorquín. Pero la cuestión no queda ahí. En esa misma jugada, los discípulos de Laudrup lograron marcar gol a la contra, y sería el único, por mediación de Pierre Webo tras una buena jugada colectiva. A partir de ahí, los rojiblancos seguían tocando como venía siendo de costumbre pero no con la misma fluidez de siempre. Orbaiz y J.Martinez no eran capaces de conducir la nave bilbaína con comodidad y el Mallorca metido en su escondrijo esperaba y esperaba para tratar de jugar al contraataque. Así llegábamos al final de la primera mitad.
La segunda parte fue prácticamente una fotocopia de la anterior. La única diferencia es la ausencia de ese golito que hacía que los vascos dejaran de soñar por acercarse a esa cuarta plaza ocupada por el Villareal. La victoria hubiese sido imprescindible ya que ahora tiene que hacer frente a dos huesos duros de roer: F.C.Barcelona y Valencia respectivamente. Por su parte, el equipo balear se sitúa en la zona tranquila de la tabla y levanta su racha negativa.
Los mallorquines, tranquilos en la zona media de la tabla, buscan sacar un resultado positivo en su guarida y alejarse así, casi por completo, del agujero negro. Buen momento para frenar a Llorente y los suyos y más aun con la recuperación de todos sus efectivos como son Nunes, Joao y Webo, haciendo que Laudrup disponga al 100% de su plantilla. No hay excusa para volver a conseguir una victoria en casa. El Mallorca todavía no sabe lo que es ganar desde la jornada 18º, en la cual le endosó un contundente 4-1 al Almería. Cinco jornadas que hacen mucho daño y de las que lo más positivo que se ha sacado ha sido unas tablas frente a Osasuna.
En el otro bando nos encontramos con los leones de Caparrós. Quieren seguir haciendo historia y continuar su gran racha para lograr la quinta victoria consecutiva. Pasando por un estado de forma y juego que no veíamos desde hace una infinidad de años, dicho en dos palabras “IM PRESIONANTE”, los bilbaínos llegan a este partido con la intención de no fallar y afianzarse un poco más la plaza que ocupan en la eurozona. Destacar la vuelta al equipo de Javi Martínez y las grandes actuaciones que está llevando a cabo últimamente el cachorro Muniain. El 20 de la Roja, ausente en el partido frente al Sporting por sanción, acompañará a Pablo Orbaiz en el centro del campo y dirigirá la orquesta rojiblanca. También hacer mención al regreso de Amorebieta tras dos meses de lesión y, como dato negativo, la suspensión por acumulación de tarjetas que presenta Gurpegui.
Encuentro en el que sobran alicientes…Ambos luchan por fines diferentes, uno para acercarse a la 4º plaza, gracias al pinchazo del Villareal, y otro para desligarse del miedo a caer por el precipicio que lleva a la 2º planta; pero la victoria es en suma de vital importancia.