martes, 30 de noviembre de 2010

¡ Qué bonito es el fútbol !


Se preveía el más igualado de los clásicos recientes. Se especulaba acerca de la supremacía de Mourinho sobre Guardiola.Se igualaban las apuestas. Se comparaban los dos mejores jugadores del mundo. Se paraba el país para disfrutar del mejor de los partidos posibles.


Comenzó el partido con una clarísima declaración de intenciones por parte del Barça, que salió a comerse al conjunto merengue desde el pitido inicial. Corriendo como cosacos a por todas y cada una de las pelotas en juego, superó de forma indiscutible al R.Madrid, tanto que a los 17 minutos el luminoso reflejaba un contundente 2-0. Los goles de Xavi y Pedro, tras una sensacional asitencia del hombre que toda España ama en el primero, y depués de una delicia de Villa en banda que dejó en evidencia a todo un Sergio Ramos en el segundo, no fueron más que un aviso de los que se les vendría encima a los blancos en una noche que seguro, tanto de un bando como de otro, no se olvidará con facilidad.


Dominando el marcador, el Barça se dedicó a hacer lo que mejor sabe: tocar. Que si un pase allí, que si un pase aquí, que si media vuelta de Xavi, que si Messi viene a recibir y se marcha del que le salga al paso...

Nada podía destacarse de jugadores como Ozil o Di María, los dos grandes fichajes de esta temporada que, ya sea por la presión, por falta de experiencia o por el gran marcaje sufrido, no estuvieron a la altura de lo que de ellos se esperaba en el Nou Camp. Qué decir de la famosa hora de Benzema, el jugador más Moutivado por la gran oportunidad que se le presentaba para, de una vez por todas, quitarle el puesto a Higuaín... Otra vez será Karim.

Lo dicho, deambulaba el partido entre toquecitos, lo que enfureció a la fiera blanca, el grandioso Cristiano Ronaldo, que entró en cólera pagándolo con el Pep, quien también puso algo de su parte, para formar la primera tangana del partido.

Luego de este imprevisto, despertó algo el Madrid, comandado por la rabia del luso, que disparó de falta cerca del poste y fue víctima de un posible penalti, que hubiera podido significar el 2-1 en el marcador... Pero como no sabemos los derroteros que hubiese tomado el choque, centrémonos en el verdero espectáculo.

Y este espectáculo sólo tenía un color; a decir verdad dos, el azul y el grana, exaltándose hasta los límites más insospechados en el segundo periodo. Si el 2-6 fue considerado un chorreo, los editores de la R.A.E deberían buscar nuevos adjetivos para describir el baño de fútbol, Xavi en el eje, con el que el Barça deleitó a todos los que amamos este deporte en la segunda mitad. El equipo de la capital catalana se dedicó a hacer un rondo, un rondo en el que siempre era un jugador merengue, llámese como quiera puesto que todos fueron evidenciados, al que le tocaba quedársela, y así, entre toque y toque, emergió la figura del gran David Villa, discutido esta temporada, ya que no le marcaba a nadie, ¿o no Mou? Resulta sorprendente a la vez que gracioso que se desembolsarán 36 millones por Benzema ya que, obviamente, Villa por 40 era demasiado caro...

Los dos goles del astro asturiano, ambos a pase del mejor jugador del mundo, con el consiguiente juego frívolo del Barcelona, crisparon el ánimo de algunos jugadores. Otros llevaban ya un tiempo totalmente abatidos y entregados. Y como a coraje, garra y pundonor nadie gana a Sergio Ramos en este Real Madrid (en expulsiones tampoco, por cierto) se autoexpulsó tras un salvaje entrada al argentinito que estaba volviendo loco a él y a todos sus compañeros, dando lugar a la segunda pérdida de pápeles nocturna, bofetón a Puyol mediante.
El quinto no fue más que el reflejo de la efervescencia de La Masía, pase de Bojan; remate de Jeffren. Gol que sirvió para el delirio de un Camp Nou que gozó orgulloso de un equipo, que le ha dado tantas alegrías, y que, si no ocurre una hecatombe, seguirá haciéndolo para deleite de un público, ahí entramos todos, al que nos encanta este sublime estilo de orígenes cruyffistas, continuado a la perfección por un tipo, que no sé si meará colonia o no, pero que demuestra día a día que es un señor de pies a cabeza, que se ha llevado los cinco clásicos en los que ha dirigido al equipo de su vida, y que, siempre con respeto y humildad, cada día nos fascina a más locos del balompié.

Así, con la imagen de Piqué levantando los cinco dedos al cielo, se nos va el primer clásico de la temporada. Sólo me queda citarles en el Santiago Bernabéu para el segundo duelo entre estos dos pesos pesados, pero esa será otra historia, tal vez parecida, tal vez no...

3 comentarios:

  1. Grande, muy grande Alejandro. Pero como tu bien dices, el Santiago Bernabéu será otra historia...

    ResponderEliminar
  2. Muy buena crónica compañero, resaltando todos los aspectos del partido!
    No se si será otra historia en el Bernabéu, pero espero que así sea porque si no...

    ResponderEliminar
  3. Que grandeee erees alee!.. espero que en el bernabeu sea otro baño.. =)

    ResponderEliminar