Curiosa situación la que se nos avecina esta jornada, que solamente consta de un partido y que, por cierto, se juega en Lunes. O eso es lo que nos quieren hacer creer los medios con sus rimbombantes portadas o alucinantes reportajes. Estos medios son los mismos que tienen entendido que un siglo dura alrededor de seis meses, puesto que en cada temporada tienen lugar dos partidos del siglo.
Y es que la dualidad existente hoy día en la liga española nos hace olvidar que, además del superclásico, la jornada número 13 consta de nueve partidos más que merecen la misma calidad informativa.
Parece que a nadie le interesa la situación del Getafe y en concreto la de Míchel, que de no puntúar en el Sánchez Pizjuán podría seguir la estela de otros compañeros como Jesualdo o Lillo. También es degradado un auténtico partidazo a razón de cómo se encuentran ambos conjuntos, Atlético de Madrid y Espanyol, 6º y 4º clasificado respectivamente, destacando la recuperación goleadora de Forlán y el desafío de los de Pochettino de no perder comba en la batalla europea. Qué decir sobre la cualitativísima información derrochada sobre el Osasuna-Athletic, equipo del que sólo se habla para hablar del interés que el R.Madrid tiene por su delantero centro. Algo parecido a lo que sucede en Alicante, mucho hablar de Drenthe y sus multas de tráfico pero son pocos son los que saben que es el Levante el equipo que visita esta jornada el Rico Pérez. Tampoco, obviamente, son de interés los encuentros de los tres últimos clasificados de la tabla, ¿quién va a malgastar su tiempo en comprobar si Almería, Zaragoza o Málaga consiguen salir de los puestos de descenso?
Consecuencias de esta liga bipolar que contenta a la mayoría de los seguidores de este país y que tanto nos chirría a unos pocos.
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