Otra temporada, otro año más, un nuevo equipo, un nuevo entrenador... y la pregunta es la misma que todos los años, ¿será este el año de la Décima?
Cada año, el Madrid empieza la Champions League de manera decente, con las consiguientes expectativas por parte de la prensa sensacionalista y de algun que otro periodista fanático. Sin embargo, esta temporada el Real Moudrid ha empezado la competición europea de manera impecable, con 4 victorias de 5 posibles y con un único borrón en el encuentro de San Siro (2-2). Claro está, que, ante tales actuaciones merengues, la prensa iba a hacerse eco de la situación de éxtasis dentro del club de Concha Espina.
Numerosos son los personajes que ya hablan de que la Décima está en camino, e incluso la Undécima (como bien dice Hipólito Rincón, al que le mando un saludo desde aquí). Pues bien, nada más lejos de la realidad. Si echamos la vista atrás, en la historia reciente del Real Madrid, 6 son los años que lleva sin pasar de la barrera de octavos, algo realmente decepcionante para el club más laureado del siglo XX, que incluso le ha llevado a ser 2º cabeza de serie en el sorteo Champions. Cada año, el madridismo empezaba la competición de campeones con la ilusión de conquistar su décima "Orejona", y más aún el pasado año, pues la final se disputaba en su feudo (aunque para eso estaba el señor Mou con su Internazionale). Sin embargo, las desilusiones iban llegando año a año con sendas eliminaciones que como puñales se iban clavando en un corazón blanco hoy malherido.
Pues bien, este año, se repite la película, misma trama, pero diferentes protagonistas. Y vaya actores, dignos de un Óscar. Para empezar, este año la carabela blanca navega firmemente capitaneada por el señor José Mourinho, marinero de garantías. Y en los flancos de la nave, aparecen el intratable señor Cristiano Ronaldo y el joven camarada Ángel di María. Del primero poco os voy a descubrir a éstas alturas, el co-mejor jugador del mundo junto a Lío Messi, y probablemente el jugador más completo de la historia. Pero sí destacar sus números con la camisola blanca, 51 goles en 54 partidos (si no, me corregis), algo sublime. Del segundo, qué deciros, un joven desgarbado y debilucho que llegó sin hacer ruido a la Casa Blanca y que la ha puesto patas arriba a base de dar recitales en cada encuentro con esa zurda mágica.
Con éstos tres señores, amigos, y sin olvidarme del querido Pipita Higuaín, yo confío en que éste año sí, y por qué no, es posible la Décima. O por lo menos, este año, parece que los mares europeos están haciéndose respetar por la embarcación madridista, que ya es algo.
Cada año, el Madrid empieza la Champions League de manera decente, con las consiguientes expectativas por parte de la prensa sensacionalista y de algun que otro periodista fanático. Sin embargo, esta temporada el Real Moudrid ha empezado la competición europea de manera impecable, con 4 victorias de 5 posibles y con un único borrón en el encuentro de San Siro (2-2). Claro está, que, ante tales actuaciones merengues, la prensa iba a hacerse eco de la situación de éxtasis dentro del club de Concha Espina.
Numerosos son los personajes que ya hablan de que la Décima está en camino, e incluso la Undécima (como bien dice Hipólito Rincón, al que le mando un saludo desde aquí). Pues bien, nada más lejos de la realidad. Si echamos la vista atrás, en la historia reciente del Real Madrid, 6 son los años que lleva sin pasar de la barrera de octavos, algo realmente decepcionante para el club más laureado del siglo XX, que incluso le ha llevado a ser 2º cabeza de serie en el sorteo Champions. Cada año, el madridismo empezaba la competición de campeones con la ilusión de conquistar su décima "Orejona", y más aún el pasado año, pues la final se disputaba en su feudo (aunque para eso estaba el señor Mou con su Internazionale). Sin embargo, las desilusiones iban llegando año a año con sendas eliminaciones que como puñales se iban clavando en un corazón blanco hoy malherido.
Pues bien, este año, se repite la película, misma trama, pero diferentes protagonistas. Y vaya actores, dignos de un Óscar. Para empezar, este año la carabela blanca navega firmemente capitaneada por el señor José Mourinho, marinero de garantías. Y en los flancos de la nave, aparecen el intratable señor Cristiano Ronaldo y el joven camarada Ángel di María. Del primero poco os voy a descubrir a éstas alturas, el co-mejor jugador del mundo junto a Lío Messi, y probablemente el jugador más completo de la historia. Pero sí destacar sus números con la camisola blanca, 51 goles en 54 partidos (si no, me corregis), algo sublime. Del segundo, qué deciros, un joven desgarbado y debilucho que llegó sin hacer ruido a la Casa Blanca y que la ha puesto patas arriba a base de dar recitales en cada encuentro con esa zurda mágica.
Con éstos tres señores, amigos, y sin olvidarme del querido Pipita Higuaín, yo confío en que éste año sí, y por qué no, es posible la Décima. O por lo menos, este año, parece que los mares europeos están haciéndose respetar por la embarcación madridista, que ya es algo.
con MOU SI!
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