El rey de copas

Así se podría definir al último entrenador que ha ganado la máxima competición europea por clubes, la Euroliga. Zeljko Obradovic ha ganado ya tantos títulos como el club que más lo ha hecho, el Real Madrid, con 8 euroligas en sus vitrinas.

La Final a cuatro invadía Barcelona con la tristeza de los locales de quedarse a las puertas de su Final Four. En competición, aparecían 4 equipos de 4 países diferentes.  Entre ellos, un equipo español, el Real Madrid. Todas las aficiones se movilizaron en masa para desplazarse a la capital condal; los más numerosos, los aficionados israelitas del Maccabi.

Viernes, 18:00. El balón comienza a rodar en las manos de jugadores del Panathinaikos y Siena.  El equipo griego venía con la vitola de favorito en la semifinal con respecto a los italianos, que habían dado la sorpresa metiéndose en su segunda Final Four. Diamantidis, que a la postre sería nombrado mejor jugador de la Euroliga y de la final, manejó al equipo a la perfección y, seguido por Calathes, derrotó a los italianos, que aguantaron hasta el final, por 77 a 69.

En la otra semifinal, la afición más numerosa, con 5.000 camisetas amarillas, contra la afición más cercana en longitud pero menos en número de aficionados, con sólo 1.500 blancos.  El partido fue un paseo militar en el que el general Edison comandó a los israelitas hacia la final, y el capitán Schortsanitis hizo estragos en la zona madrileña, en el que sólo Prigioni, Tomic y Reyes dieron la cara, en los momentos más humillantes de toda la temporada merengue.

Dos estilos diferentes de juego. Contraataque contra basket-control. Los dos equipos más fuertes de toda Europa se enfrentaban en la gran final. Maccabi y Panathinaikos se enfrentaban en la ciudad condal ante la atenta mirada de millones de aficionados. Los dos equipos querían ganar su sexta Euroliga. En medio de todos los focos, un duelo estelar: Diamantidis, el mejor jugador de la competición, contra Eidson, el jugador 100%.

Magnífico. Así se puede considerar el partido del base griego, manejando el tempo del partido y ganándose a todos los aficionados de Europa. Con bloqueo y continuación de Diamantidis y Batiste, Panathinaikos supo cómo ganar la final. Maccabi nada pudo hacer para para el vendaval griego y la Euroliga se fue para Atenas.

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